Tal y como fue anunciado semanas atrás, la comunidad educativa del Colegio Secundario de Los Pozos, en la provincia de Herrera, decidió no iniciar clases este 11 de marzo, según lo previsto, como medida de protesta, debido a la paralización de obras del nuevo edificio del plantel.
La medida se debe, según educadores consultados, a que han pasado casi ocho años y aún no se culmina la obra, cuyo avance depende de un refrendo que esperan hace semanas, por parte de la Contraloría General de la República.
Los educadores del plantel decidieron esta medida, la cual se anunció que se mantendrá por al menos dos semanas, y que es apoyada por estudiantes y padres de familia, ansiosos por ver culminada esta obra, que por años ha permanecido detenida, a pesar de tener cerca del 75 por ciento de avance en su construcción.
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Bredio Marín, presidente de la Asociación de Padres de Familia del plantel, indicó que decidieron apoyar la paralización por dos semanas, ya que no están satisfechos y se sienten engañados en relación al reinicio de los trabajos.
“Dicen que el dinero para poder seguir la obra no se ha ido para ningún otro lado, pero entonces no vemos avances en nuestra obra”, indicó el padre de familia.
Segú se indicó en asamblea general de padres de familia, docentes y representantes del Ministerio de Educación, todo depende del refrendo de un adenda que sería lo único que hace falta para que la nueva empresa pueda entrar a la obra.
Mientras esto sucede, la estructura construida ya empieza a presentar signos de deterior, mientras que algunos materiales sobre todo de la parte eléctrica han sido hurtados.
Lo más lamentable es que este proyecto incluye un internado muy necesario para garantizar la educación de estudiantes de áreas lejanas, quienes hasta el momento no han podido utilizarlo.
La medida podría extenderse más allá de las dos semanas anunciadas, si en este periodo no se dan las respuestas solicitadas, indicaron los afectados, entre ellos, estudiantes del último año escolar, que no han podido utilizar la estructura ni siquiera cuando iniciaron su educación secundaria.
“Sentimos que nos tienen olvidado, le dan prioridad a otras cosas menos a nosotros, no es justo que lleguemos a una etapa universitaria sin tener un laboratorio de química, física o biología”, indicó la estudiante Luisa María Pinto.